13 de enero de 2008
SONETO DE LA CALLE
Érase inmóvil la pálida luna,
como ombligo de la noche estrellada;
estaba allí, solitaria y callada,
acurrucándose en su oscura cuna.
Todo el nocturno encanto que embetuna,
con tinte urbano la atmósfera helada,
otra vez, en la angustiante calzada,
halló quieto al niño, que nadie acuna.
Con hambre, desamparado y harapiento,
al verlo ahí, por la noche tendido,
de tener lo que tengo, me arrepiento.
¿Cómo secar sus lágrimas de herido,
si el corazón las llora sin contento?
Me culpo, todo ignora su latido.
Por Piaconecta
piaconecta@hotmail.com
Fecha de elaboración: 04/12/1998
Suscribirse a:
Enviar comentarios
(
Atom
)
1 comentario :
Respetás la métrica y la rima, pero te ahogan. "oscura cuna" juntos, suena mal. "Acuna" es redundante.
Hay mucho lugar común, pero también hay mucho potencial.
Publicar un comentario