¡Dime qué dices, mar, qué dices, dime!
Pero no me lo digas; tus cantares
son, con el coro de tus varios mares,
una voz sola que cantando gime.
Ese mero gemido nos redime
de la letra fatal, y sus pesares,
bajo el oleaje de nuestros azares,
el secreto secreto nos oprime.
La sinrazón de nuestra suerte abona,
calla la culpa y danos el castigo;
la vida al que nació no le perdona;
de esta enorme injusticia sé testigo,
que así mi canto con tu canto entona,
y no me digas lo que no te digo.
Miguel de Unamuno
http://www.poemas-del-alma.com/dime-que-dices-mar.htm
Como morar no centro de São Paulo
Hace 5 años
1 comentario :
cuanto tiempo sin ver una publicación tuya, me alegra bastante volver a leer este blog. Gran poema de don Miguel, siempre con sus crisis de fe, buscando explicación a la existencia humana.
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