Todas las tardes el día se suicida, como todas,
todas las menudas horas, que recitan otras horas,
cuán estáticas perduran las que se cifran, ahora.
Empalidecidas, como grageas de menta,
que en el lecho de la boca, casi desgastadas,
retornan el gélido picor que me atormenta.
Rómbica flecha de tiempo, escalofriante y acre,
que vuelve, como en la eterna rueda, vuelve el mate.
Por Piaconecta
Fecha elaboración: 03/2005
Fecha última corrección: 06/01/2008
1 comentario :
me gustó este poema, incluso la palabra "rómbica"
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